Primer accidente.

Buenos días. Vengo aquí en busca de la voz de la experiencia. El martes pasado tuve mi primer accidente en moto. Nada grave. Simplemente iba rápido y muy cerca del coche de delante. Frenaron en cadena chocandose y no pude esquivarlos por lo que golpee al último y me caí contra la mediana. No tengo nada mas que un fuerte golpe en la rodilla y en el pecho pero nada más. Escribo por qué no se muy bien como enfrentarme a la vuelta a montar en moto. No creo que le haya cogido miedo por qué estoy deseando volver a montar... Pero si es cierto que cuando voy en coche por la carretera ya no lo veo igual... Solo veo cosas con las que te puedes golpear, elementos cortantes, sitios donde te puedes hacer daño...a alguien le ha pasado lo mismo? Creo que simplemente es que te das cuenta de lo fácil que es que pase algo grave. Un golpe tonto como el que me di en el coche no habría pasado de un poco de dolor de cuello y en la moto... Si voy un poco más deprisa podría haber saltado la mediana y a saber.... Creo que he tomado conciencia del peligro que tiene y no sé cómo ordenarlo en mi cabeza por qué el pensamiento me dice que si es tan peligroso no se por que me gusta... Pero por otro lado mi corazón solo piensa en arreglar la moto y montar de nuevo. Por lo que creo que es una contradicción. Alguien ha sufrido ese contrario en su cabeza? Alomejor me estoy adelantando por qué no he vuelto a subir en la moto. Cuando lo haga seguro que la contradicción se acaba para un lado o para otro. Que creis? Es normal está situación? O le estoy cogiendo miedo?
Gracias!!

No he sufrido accidentes graves, en septiembre por ir despistado me salté un ceda y embestí muy despacio a un coche.
Mucho animo, debe ser difícil, pero por lo que veo tienes muchas ganas.
Utiliza todo lo que te ha pasado como una ventaja y que te haya servido para aprender a desenvolverte a estas situaciones anticipándote a todo lo que pueda pasar (siempre que este en nuestra mano).

Hectorrv escribió:Solo veo cosas con las que te puedes golpear, elementos cortantes, sitios donde te puedes hacer daño...a alguien le ha pasado lo mismo? 

Continuamente y desde siempre, incluso sin necesidad de haber tenido ninguna caída (aunque con el scooter ya sumo tres sin importancia, cada una de ellas más que merecidas por ir haciendo el canelo a ritmos que no tocaban... lección aprendida y a decir verdad creo que me han salido hasta muy baratas). Esos peligros los busco siempre con la mirada y en base a eso decido los "riesgos" que quiero tomar en cada momento, si es que decido tomar alguno porque por lo normal con la X conduzco muy a la defensiva, no me expongo nada y menos a accidentes graves (un arrastrón limpio a baja velocidad no me intimida demasiado... pero, ¿dónde hay que firmar, quién me puede garantizar que va a ser así? Nadie).

Con las motos prefiero no auto-engañarme ni lo más mínimo. Es decir, no todo es blanco o negro con ellas y de como vayamos nosotros dependerá la mayoría de lo que luego nos pueda pasar. Pero también, siempre hay factores que por mucho que nos gustaría no están en nuestra mano controlar, o no del todo. Así que antes siquiera de decidir montar en moto yo creo que lo primero es decidir si se está dispuesto a asumir cierto riesgo que siempre estará presente, porque un accidente (en moto como en coche) lo puede tener hasta el conductor más precavido. Y luego, pues máximo respeto con ellas. Este finde han fallecido 5 moteros en la carretera y un chico de solo 14 años en Jerez (D.E.P.). Para qué engañarse, son peligrosas y hay que tratarlas con respeto.

Creo que el mal rollo se te pasará, es normal que lo sucedido ahora te haga reflexionar (y menos mal que es así, ¿no?), pero se te pasará... intenta si acaso que cuando se te pase no le acabes perdiendo más respeto aún a la moto, que pienses "bueno, ya tuve una y a decir verdad no fue para tanto", porque cualquier caída en la carretera es siempre una pura lotería. Saludos y ánimo.

Me alegro de que estés bien compañero.
Tranquilo que se te pasará, uffff yo por mi parte no sé como explicar el superar ese momento y el regreso a rodar, eso sí te recomiendo que cuando vuelvas a salir de ruta estés arropado por otros compañeros y circula del segundo hacia atrás.
Avisa cuando vayas a estar de vueltaaaaaaaa

Guzgs creo que te ha expuesto muy bien algo que pensamos muchos...o que hemos sufrido.

Te cuento brevemente mi experiencia, he sufrido varios accidentes, dos de coche y tres de moto. He de aclarar que el 4 fueron por culpa de otros conductores y 1 fue por falta de experiencia, juventud, crees que eres inmortal, en definitiva un cumulo de pequeñas cosas que provocan ese despiste y al suelo.... varios meses en cama y después muletas, rehabilitación, etc...

Lo que si tenia claro, después de cada accidente, es que hay que vivir la vida y disfrutarla al máximo, pero con miedo.... nunca harás esas cosas que te hacen feliz, o mas feliz.

Fui aprendiendo que hay que disfrutar de lo que te gusta pero con seguridad, practicando si no se te da bien, poniendo mucha atención sobre todo en los demás conductores, etc.  

Una de las cosas que aprendí sobresalía entre todas, cuando la pones en practica, cosa que cuesta, te das cuanta que tienes un plus que antes no tenias y que te hace sentir y disfrutar mucho mas... cuando unes tu corazón con tu cabeza.... cuando juntas lo emocional con lo racional.

Después de muchos años sin moto, la familia empezó a crecer y ya sabéis lo que pasa, cuando mis hijos están crecidos, retome esa afición que tanto me gusta, pero me propuse hacerlo mas con lo racional que con lo emocional....

He realizado cursos, practico de vez en cuando los típicos circuitos, etc. y poco a poco voy sintiendo mas confianza en la moto, mejor control, y sobre todo mas anticipación para evitar situaciones peligrosas, 

Ahora prefiero ceder el paso que intentar pasar primero.....

Disculpar el rollo pero espero que le sirva a alguien.. Gasss

Lo primero es que estés bien. El resto creo que poco a poco todo volverá a su cauce. todo está muy reciente y has de asimilarlo.

Yo diría que es normal que después de una caída tengas mas conciencia sobre los peligros - el susto esta aun en el cuerpo. Y lo mejor es no dejar pasar mucho tiempo para que no se afiance demasiado ese miedo - ya veras que en cuanto andes de nuevo se te pasara la aprensión.

De los errores se aprende..!! lo importante es que estés bien. Y claro que va a cambiar algun "chip" en tu cabeza..! Lo inteligente ahora es saber sobrellevarlo y buscar el equilibrio entre miedo y precaución! Seguro que montarás de nuevo en moto y disfrutarás como siempre pero tendrás una experiencia en tu cabeza que te "frenará" cuando huelas una situación peligrosa.. Eso es bueno! 

Si te gusta la moto, volverás a cogerla. Seguro. Lo que sí que harás también es anticiparte a muchas situaciones, a prever peligros y estar preparado, te fijarás más en lo que hacen los otros y quizá no harás locuras, pero volverás a disfrutar de ella. Seguro. 
¡Ánimo! Y nos vemos en la carretera.

Lo más importante es que estés bien y haberlo contado es el primer paso.
Yo no he tenido una experiencia así, pero leídos los comentarios del grupo, creo que sirven de sabios consejos para volver a salir ya que tenemos una pasión que no nos va a dejar parar.

Espero que vuelvas a disfrutar a la mayor brevedad posible y que también lo compartas con el resto.

Ánimo compañero.

Muchas gracias a todos! Es una situación rara y difícil de explicar. Me ayudan vuestras experiencias. Gracias

totalmente normal lo que te esta pasando compañero,ahora oco a poco y sobretodo no montar con miedo por que eso es peor que montar sin saber.

Es que una caída siempre es un golpe a la confianza en uno mismo. Se empieza uno a preguntarse cosas, que si lo hago bien, que si sé conducir, de verdad vale la pena eso, etc. Lo mejor es darse cuenta de donde estaba el error (si es que lo cometiste), tomar nota y no volver a cometerlo. Y mejorar lo que veas que este mejorable - la técnica, los vicios o lo que haga falta. 

Saludos!

Lo primero, alegrarse de poder contarlo.
Todos somos conscientes del riesgo que supone la moto, incluso respetando todas las normas de circulación y aún siendo el conductor más precavido.
Lo único que podemos hacer es minimizar los riesgos que dependen de nosotros y disfrutar mucho de nuestras motos.
Mucho ánimo, en cuanto te subas a la moto, sabrás si el cuerpo te pide conducir o no otra vez.

Enviado desde Topic'it

Bueno lo primero alegrarme de que no fuera nada serio.
Te cuento el mío.
Ya lo conté por aquí una curva traicionera gravilla y moto encajonado en quitamiedos y yo golpe rodilla con el.
El tema tarde siete meses en rapararla y desde el mismo día del accidente no tenía ni ganas de saber nada de moto pues me di cuenta de lo desprotegido que va uno en ella ..cuando me dieron la moto vinieron los fantasmas. Mis compañeros de salidas venían conmigo y yo pasé de estar en medio del pelotón a ser el último...tenía miedo cada cueva era un pensar si me caería otra vez y si te digo la verdad no sé disfruta.pero la constancia de salir con gente que te anima y se acopla a tu nueva situación y ritmo hace que poco a poco disfrutes otra vez..eso sí a mí me da igual ir el último y no te voy a engañar u a vez caído siempre está ahí presente..pero el tuyo fue más un despiste así que no creo que tengas muchos problemas en disfrutar otra vez y la experiencia te valdrá para estar más atento.
Ánimo

Buenas, creo que contar mi experiencia propia puede ser de ayuda, aunque no sea de moto.

Llevo con moto (125) unos 3 o 4 años y solo he tenido un susto gordo, pero por mi culpa: ir demasiado rápido. Se me empezó a ir la moto en medio de una curva y a día de hoy aún no me explico como la pude poner derecha.
A parte de la moto, llevo practicando ciclismo de montaña desde que tengo uso de razón, y aquí si que he tenido accidentes. 

El primero me comí un coche aparcado por desviar la mirada del frente: unos 40 puntos de sutura y un verano a la sombra.
En el segundo me caí en el monte estando solo, por ir demasiado deprisa por donde no debía. Gran herida abierta, sangre a borbotones y llamada al 112. En serio, creí sinceramente que me quedaba allí desangrado. Conclusión: Quirófano, otra gran cicatriz en la pierna, 10 días hospitalizado y un par de meses de cojera.

Estas son las dos grandes, pero caídas tuve cientas, y puedo decir una cosa con seguridad: todas las veces han sido culpa mía, por exceso de confianza.

Después de este segundo accidente tengo que decir que no quise volver a montar... hasta unos meses después volví a montar, pero eso si, con una sabiduría que antes no tenía.

Mi opinión es que no debemos tener miedo, pero si mucho respeto.  Quien aumenta el grado de riesgo somos nosotros mismos.

PD: perdón por el tocho y a recuperarse Hectorrv, tanto física como psiquicamente.

Gracias a todos! Creo que es un buen hilo y puede ayudar mucho en el momento posterior leer la experiencia de los demás.

Felicidades por salir con bien.
Es lo primero que se ha de pensar después de un susto de esos.
Valorar los daños es lo siguiente. Si solo son monetarios...pues eso, solo son monetarios, uséase, que tienen solución.
Lo tercero es analizar las causas, pues si de eso no aprendes nada entonces mejor ve en metro siempre. Jejejejeeee....

Por suerte a veces la vida nos da algún "sustito". Yo lo considero una clase de suerte.
A mi me ha pasado varias veces y casi siempre cuando mejor me creia yo mismo.
A veces es bueno analizar y hacer cura de humildad. 
No creo que sea tu caso, pero a mi me pasa y creí que debería mencionarlo.

La sensación de "peligro" que te persigue un tiempo es normal. Como cuando te ponen una multa injusta (casi todas las que me han puesto*) y ves urbanos por todos lados.

Con el tiempo se pasa. Lo importante es sacar un aprendizaje del tema.

*No me quejo porque otras veces me las merecía y no me han pillao. Pero poco consuelo es, ciertamente.

Buenas tardes a todos. Pues ya he cogido la moto varias veces para trayectos cortos y la verdad que me he sentido bien. Nada chungo psicológico ni nada raro. Ya barruntaba que me iba a ir bien porque llevaba unas semanas mordiéndome las uñas con unas ganas terribles de sacar la moto del taller. Ahora lo que pasa es que voy como más atento al coche de delante y como as alerta, espero que dure mucho eso. Gracias por vuestras experiencias me ayudaron mucho en los momentos post accidente.

Me alegro de que todo vaya bien, poco a poco se coge confianza para seguir montando sin problema.

Hectorrv escribió:[...] Ahora lo que pasa es que voy como más atento al coche de delante y como as alerta, espero que dure mucho eso[...]

Creo que es un aprendizaje muy útil. Muchas veces se nos olvida (a mi el primero) la distancia de seguridad, y es todavía más importante que en un coche, porque en términos generales las motos frenan menos que los turismos, y además no se pueden dirigir durante una frenada de emergencia. Por no hablar de la absoluta desprotección al no llevar carrocería, claro.

Hola a todos.
 
Lo primero, [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] espero que te mejores pronto y menos mal que no ha sido un accidente más grave.
 
Igual éste comentario llega un poco tarde pero es que vi el hilo anoche y ahora me he puesto a escribir. Aviso desde ya que mi texto va a ser un poco largo, por si alguien se lo quiere saltar o se quiere preparar un café para ir tomándoselo poquito a poco, tranquilamente, mientras va leyendo.
 
Voy a poner una especie de “índice” por si alguien se quiere saltar rollos que pueda ir un poco más a la sección que más le interese.


1.- Introducción.
2.- Caídas tontas de principiante.
3.- Primer susto gordo.
4.- Consecuencias del susto gordo.
5.- Accidente con la Honda CB500X.
6.- Consideraciones finales.
 


 

 
1.- Introducción.

 
Lo primero de todo, para ponernos en situación, comentaré que yo llevaré 5 años montando en moto. Tengo actualmente 43 años, así que en esto de la moto (como en tantas cosas en mi vida) empecé tarde. Nunca imaginé que yo montaría en moto, no tengo carnet de coche porque me daba miedo imaginarme a los mandos de un vehículo que puede causar un accidente y matar a una persona, pero un día decidí que estaba harto de ir a trabajar en transporte público (hasta arriba de gente en hora punta, el autobús que pasa cuando quiere, atascos, huelgas…) y pensé en comprarme una bicicleta. Como no me veía subiendo cuestas en verano ni pedaleando bajo la lluvia a las siete de la madrugada para ir a trabajar, pensé en un scooter. Y me dijeron que, ya que me ponía a sacarme el A1, que fuera a por el A2 y si me gustaba el rollo ya tenía la puerta abierta para cambiar de cilindrada cuando quisiera. Y así lo hice.
 
Mi primara moto fue una Suzuki Marauder 250, encantadísimo con ella. Pero en julio del 2018 cambié a la Honda CB500X por tener un poco más de potencia (considero que tampoco necesito una moto de 650, 750 ni 1000 cc) y una moto un poco más “de mi talla” (mido 1’80 m). Cojo la moto todos los días para ir a trabajar, independientemente de si llueve o hace sol. Algún sábado o domingo salgo de ruta solo o con amigos. Y también la uso para desplazarme por Madrid. Y algún viaje largo también he hecho (Madrid – provincia de Almería; Madrid – Braganza [Portugal]; Madrid – Salamanca; Madrid – provincia de Logroño; y alguno más). He montado en moto por ciudades grandes (Madrid) y no tan grandes (Ávila, Salamanca, Cuenca, Zamora, Almagro, Talavera de la Reina…) y he circulado por casco urbano, carretera de montaña y autovía. Dicho todo lo anterior, no me considero para nada ningún experto, por los pocos años que hace que soy motorista y por todo lo que me queda por aprender. Así que no pretendo dar lecciones a nadie ni nada, simplemente contar mis experiencias.


 
2.- Caídas tontas de principiante.

 
Pues bien, ahora viene la chicha. Imagino que como todos o la mayoría, he tenido caídas y sustos con la moto. Al principio en la autoescuela, como es normal ya que estoy aprendiendo y además, en mi caso, no teniendo absolutamente ninguna experiencia previa salvo haber ido de paquete en 3 ocasiones. Ni he tenido Vespino de chaval ni nada. Nunca. De niño sí he montado en bici, pero ya está. He tenido caídas tontas, en parado y casi parado al frenar e ir a 5 kms/h. He tenido sustos diversos por coches que hacen sus pirulas o no te ven y se meten en tu carril o te cierran el paso o te cortan la trayectoria. También he tenido sustos por mi culpa, por equivocarme yo al hacer una maniobra o a veces, sincera y humildemente, por pasarme de listo. Y éstos sustos o caídas tontas sin consecuencias te hacen pensar y replantearte cosas: no merece la pena jugársela por llegar 5 ó 10 minutos antes; hay que tener mil ojos, circular a la defensiva, como si fueras invisible; nunca más intento adelantar, es mejor ceder el paso a los nerviosos y cagaprisas; etc.


 
3.- Primer susto gordo.

 
Mi primer susto importante pudo ser muy grave pero esa tarde mi ángel de la guarda estaba haciendo horas extras conmigo (que Dios se lo premie). Estaba pasando el día en casa de un amigo, en la piscina, que si la pizza o lo que fuera, que si tal, un día bueno y tranquilo. Cuando voy a regresar a mi casa, salgo de Majadahonda (para los que seáis de Madrid) y entro en una rotonda para coger la autovía. Voy a unos 20 kms/h dentro de la rotonda. Detrás de mí viene un coche negro, creo que un Seat Ibiza o parecido, y viene correctamente. Y de pronto un BMW se mete en la rotonda a una velocidad criminalmente alta, casi echa al coche negro al interior de la rotonda (al césped) y a mí me golpea por detrás cuando estoy saliendo de la rotonda. Me golpea muy fuerte porque viene muy rápido. La moto se tambalea, se sacude como un potro en un rodeo. La suerte quiso que el BMW me embistió justo con la parte de en medio del coche y me impulsó hacia adelante y, de algún modo, no me tiró al suelo. “Joder” – pensé – “esto ha debido ser un accidente, el primero que tengo y menos mal que…” y pensando eso estaba cuando ¡¡BAM!! El mismo BMW me embiste de nuevo. “¡Joder!” – pensé ésta vez – “¡esto ya no es un accidente! ¿¿De qué coño va éste tío??”. Pero como digo mi ángel de la guarda estaba al quite y ésta segunda vez tampoco me caí. Llamé el conductor de todo a través del casco, que seguro que no me oyó, y detuve la moto (la Suzuki Marauder 250) en el arcén del carril de aceleración. Todavía no había ingresado a la autovía. Una señora que lo vió todo se ofreció a ser testigo en caso de juicio o lo que fuera y me comentó que no era la primera vez que un coche circulaba por allí (una zona residencial) a esas velocidades y que probablemente el tío había robado el coche o había cometido cualquier otro delito y se estaba dando a la fuga. Yo qué sé. El caso es que la señora no había podido ver o anotar la matrícula y yo, con el susto, tampoco. Recogí el intermitente arrancado de cuajo del asfalto y volví a montar en la moto y me fui a casa. Tenía que haber ido a la Guardia Civil allí mismo en Majadahonda pero con los nervios y el susto sólo pensé en llegar a casa. Al llegar llamé a la Policía, expliqué lo sucedido y el agente que me atendió me dijo que debía denunciarlo porque lo ocurrido se podía considerar incluso como “intento de homicidio”. Un amigo mío que fue policía también me dijo que debía denunciarlo. Así que al día siguiente fui a comisaría y, a pesar de las pocas ganas que el agente de turno tenía de trabajar, presenté la denuncia. El agente me decía “es que sin la matrícula del coche no vamos a poder hacer nada” y yo “lo entiendo pero por esa regla de tres, si un encapuchado me atraca por la calle tampoco lo puedo denunciar porque no sé su DNI ¿no?”. Y después de media hora (media hora) poniéndome pegas el agente tuvo a bien tomar la denuncia, cosa que le llevó unos 5 minutos. Eso sí, a la chica guapita de la mesa de al lado otro agente la atendía con una sonrisa encantadora. Ojalá me hubiera atendido a mí un agente tan dispuesto a ayudar.
 


4.- Consecuencias del susto gordo.
 

La moto quedó bastante dañada, la parte de atrás doblada, destensando la cadena, el soporte de una alforja rajado, el intermitente, la placa de matrícula y yo qué sé cuánto más. 500 euros de reparación que ahora hasta me parece poco después de reparar mi Honda CB500X de otro accidente. Pero antes de hablaros de la Honda termino con la Suzuki Marauder diciendo que, gracias a Dios, yo salí indemne de aquel atropello del BMW, de aquel ataque, y cuando la Mara estuvo reparada y volví a circular con ella iba asustado. No me daba miedo la moto, no me daba miedo rodar; me daba miedo verme en la M-30 (para los que no sois de Madrid, una autovía que circunvala el centro de la ciudad) rodeado de coches a toda velocidad. Como han dicho ya algunos compañeros, sentía el peligro a mi alrededor; sentía que estaba a merced de cualquier coche, furgoneta o camión que se me echara encima. Siempre he sido muy consciente (o eso creo yo) de lo peligrosa que puede ser una caída de la moto y por eso siempre voy “forrado” cuando voy en moto con casco, guantes, chaqueta de cordura, botas e incluso rodilleras (o grebas, porque me cubren las rodillas y las espinillas hasta donde empieza la caña de las botas). Pero de pronto era más consciente de lo mal que podía acabar si un coche a 90 kms/h se me tiraba encima. Iba constantemente pendiente de mi alrededor, a ver el de más allá que hace, intentando anticiparme a cualquier maniobra extraña o peligrosa de los vehículos que me rodeaban. Siempre me pone nervioso cuando un coche se me pega detrás sin guardar un mínimo de distancia de seguridad pero después de aquella agresión del BMW, porque fue una agresión, me ponía más nervioso aún. Y ojo con las motos y los scooters (qué peligro tienen los scooters que lleva la gente con el carnet B) que no los ves ni venir y de pronto te pasan por al lado ¡¡ZOOOOMMM!!. Pero ésta sensación de peligro, de miedo, casi de vértigo en determinadas situaciones del tráfico o de la conducción, se me fue pasando ¿Cómo? Montando en moto a diario, como siempre he hecho. Poco a poco fui recuperando la confianza y la seguridad en mí mismo.
 
Y un día llegó en el que pensé que necesitaba una moto un poco más grande (sólo un poco). Una de 500cc. Pero motos como la Marauder de 500cc no hay y si hay alguna parecida es muy antigua y pesa 300 kgs o más. Y así, después de un par de años o más intentando ahorrar, etc., me lancé y me compré la Honda CB500X que para mis necesidades es casi perfecta (le falta unas maletitas o algo donde meter cosas del día a día, pero me voy apañando).


 
5.- Accidente con la Honda CB500X.

 
Pues mi segundo accidente lo tuve con la Honda y todavía me estoy recuperando. Unos amigos iban a salir de ruta el sábado 9 de febrero de 2019. Yo no iba a ir con ellos porque ese fin de semana me tocaba trabajar. Pero como la vida es así de curiosa, el jueves 7 de febrero me quedo en paro. Bueno, pues venga, me apunto a la ruta, total, para estar en casa… Vamos a Miraflores de la Sierra, invito a mis amigos a desayunar, salimos hacia la Morcuera para darle la vuelta a la sierra y volver a Madrid por Navacerrada. Pregunto yo si habrá hielo y me dicen que no, que hace un día precioso. Y la verdad es que lo hacía. La sierra estaba llena de coches y de familias disfrutando de la nieve y la naturaleza. En algún tramo de la carretera veo zonas del asfalto más oscuras que otras, como “sombreadas” pero sin que les dé ninguna sombra, y pienso que debe ser humedad. En alguna otra zona veo que el suelo brilla como si hubieran echado sal a la carretera. Y en una curva veo algo brillar. Ya he dejado de acelerar, he cerrado gas del todo, para que el freno motor retenga la moto y así coger la curva a una velocidad moderada. Pero ese algo que brilla en el suelo me hace temer inclinar demasiado, me da miedo que la moto patine. No sé si es hielo o sal. Después, unos me dijeron que sí había hielo, otros que cómo va a haber hielo con ese sol, otros que era sal… Yo no lo sé. No soy de rozar la rodilla contra el suelo pero en esa curva quizá no incliné lo bastante. De todas formas juro que no sé qué pasó, pero la moto se me fue. La moto se desplazó a lo largo de la curva al carril contrario. De hecho temí salirme de la carretera por el lado izquierdo. Intenté corregir la trayectoria. La curva se termina y ante mí se extiende una recta y un coche oscuro me viene de frente. Hago lo que puedo para regresar a mi carril. Y no puedo. La moto no me responde. Intento inclinar hacia la derecha, dirigir la moto a mi carril, pero la corrección parece tan pequeña que veo que no me va a dar tiempo antes de que el coche esté aquí. Dicen que la moto va a donde va la mirada. A lo mejor debí fijar más la vista en el carril derecho, en la salida del peligro. Pero llegó un momento en que yo todo lo que veía era un coche haciéndose cada vez más grande delante de mí. Comprendí que el golpe era inevitable y me preparé para el impacto, frenando a saco. Cuando todo a mi alrededor dejó de dar vueltas y por fin se detuvo vi a través del visor del casco un cielo azul precioso, limpio y sin nubes. Entendí que estaba tendido en el suelo, con la espalda pegada al asfalto, mirando hacia arriba. Lo primero que pensé fue levantarme ya, para salir de la carretera, para hablar con las personas del coche (aunque estaba seguro de que estaban bien), pedirles perdón… Intenté moverme, girarme para ponerme de rodillas y levantarme, pero me dolía todo el cuerpo y no pude. Así que me quedé como estaba, tendido en el suelo, y comencé a “escanearme” de abajo hacia arriba: pies, bien, puedo moverlos; piernas, bien, puedo moverlas; brazos, manos… No podía mover los dedos de la mano derecha, si lo intentaba sentía dolor. Oh, creo que me he roto un brazo…
 
Para hacerlo más corto, lo resumiré así: el coche me vió venir y frenó en seco. Yo también frené todo lo que pude así que el golpe no debió ser a mucha velocidad. El coche tuvo daños pequeños, un poco de chapa y algo más. La moto se jodió viva: todo el tren delantero desviado, doblado, el lado derecho con daños en plásticos y yo qué sé…
 
Yo me rompí cúbito y radio del brazo derecho, afectando a la articulación de la muñeca derecha; y en la muñeca izquierda también me fracturé unos pequeños huesecillos. Aparte de eso, magulladuras y dolor por varios sitios. Me llevaron a Urgencias y después de analizarme, radiografiarme y escanearme (ésta vez bien, con máquinas muy caras) me escayolaron el brazo derecho y casi una semana después me lo operaron para colocar un hueso en su sitio, me pusieron una chapita de titanio para sujetarlo y en la muñeca izquierda me pusieron una férula. Tres meses después el médico que me operó señala que la recuperación va bien y que en un par de meses puedo volver a conducir la moto. La moto que me ha costado 2.200 euros en reparaciones, todos mis ahorros. Precisamente el pasado lunes 13 de mayo la recogí de taller y la dejé en casa.


 
6.- Consideraciones finales.

 
¿Y qué? Pues confieso que a los pocos días de salir del hospital y estar en casa de nuevo me planteé si merece la pena andar por ahí “pegando motazos”. Me encontraba totalmente dependiente. No podía abotonarme una camisa ni atarme los zapatos. No podía abrir el bote de café. Es muy difícil comer con la mano izquierda cuando has sido diestro toda la vida. Cuando me quitaron el vendaje poco a poco pude ir recuperando movilidad pero todavía no podía sostener en la mano un vaso de agua, parecía que pesara varios kilos.
 
Y pensé que éste accidente no debía haber ocurrido. Si no se me hubiera terminado el contrato dos días antes no habría salido de ruta porque habría tenido que trabajar. Si hubiera inclinado más la moto a lo mejor no me habría salido en la curva. Si hubiera ido más despacio (aunque no iba rápido) a lo mejor no me habría salido. Si hubiera soltado el manillar a lo mejor no me habría roto los huesos de los brazos (creo que me los rompí por “torsión”, no por impacto)… Pero por otra parte, qué buena suerte, que me podía haber matado y sólo me rompí unos pocos huesos. Si el coche llega a estar más cerca hubiera sido mucho peor, un golpe mucho más fuerte. Y la gente me decía “no te comas la cabeza, a lo mejor podía haber sido peor, nunca se sabe…”.
 
Y pensé que volvería a subir a la moto, por supuesto. No tengo coche ni carnet de coche, la moto es mi único vehículo y, para una persona que sólo lleva conduciendo desde hace 5 años,  todavía flipo con lo fácil y cómodo que es desplazarse de aquí para allá con tu propio vehículo, sin depender de quien te lleve o quien te traiga, sin depender de transporte público (que en Madrid es estupendo, después de todo), lo relativas que se vuelven las distancias y lo “cerca” que parece que están los sitios cuando en 10 minutos llegas de “A” a “B”. Pero eso es una cosa y otra diferente es ponerse en riesgo en tu tiempo libre. ¿Acaso salir de ruta no es ponerse en peligro gratuitamente? ¿Si salgo de ruta o a darme un paseo o a hacer un viaje en moto no estoy aumentando significativamente la probabilidad de sufrir otro accidente? ¿Es realmente necesario jugarse así el pellejo? Porque ya no es que dependamos de nosotros, de nuestra prudencia, de nuestra habilidad, de nuestros propios errores; es que dependemos de la prudencia, habilidad y errores de los demás. Es que estar en el sitio equivocado en el momento equivocado puede significar encontrarte con un camión que te viene de frente o un coche que te tira contra el quitamiedos. ¿Y por qué? ¿Por una ruta? Con lo bien que se está en casa o tomando algo con los amigos… Así que al salir del hospital pensé que lo de las rutas se había acabado. Volvería a coger la moto con el mismo propósito con el que la compré en su día, hará unos 5 años: mi vehículo utilitario. Ya que no tengo carnet B ni puedo permitirme el coste que supone comprar y mantener un coche (en Madrid hay que pagar hasta por aparcar en la calle) la moto será el vehículo (que sí me puedo permitir) con el que iré al trabajo y haré mis desplazamientos para hacer mis recados y moverme.
 
Yo pensaba que con el accidente le cogería miedo a la moto pero, en realidad, no le tengo miedo a la moto. Lo que sí puede llegar a asustarme en ocasiones son los vehículos que me rodean cuando van en plan cafre; o cuando pasas por una curva o una rotonda y ves que está llena de gravilla.
 
Cuando me llamaron del taller para que fuera a recoger la moto estaba como dividido en dos sentimientos: por un lado soñaba con volver a ver mi moto, volver a tenerla, volver a subirme y volver a rodar con ella. Me he pasado 3 meses sin verla. Y estaba deseando volver a subirme encima. Pero por otro lado me daba respeto. Tres meses sin montar en una moto. ¿Me iba a acordar de cómo se hacía? ¿Habría perdido mucha habilidad, muchos reflejos? El médico me dijo que hasta julio-agosto no podía volver a conducir moto, que el peso, el rebote de los baches, me podía resentir las lesiones. ¿Podré llevarla a casa? Pensé contratar un servicio de transporte pero tenía tantas ganas de coger la moto que yo mismo fui al taller y la recogí. El médico me “autorizó” si el camino iba a ser suave, sencillo, sin baches ni “rebotes” que me repercutieran en las manos. El camino correspondía con esas condiciones así que fui a por mi moto. Y fue mucho mejor de lo que esperaba. La llevé a casa bien y sin problemas. Pero me sentí raro. No pasé miedo ni susto, pero 3 meses sin pilotar… se me hizo raro. Pero disfruté el camino a casa. El mismo señor del taller me dijo que fuera tranquilo, que tenía que volver a adaptarme a la moto poco a poco, a recordar el manejo de los mandos y lo que es estar encima de una moto.
 
Ahora estoy en paro y todavía estoy recuperando la fuerza de las manos por lo que no planeo coger la moto mucho. El señor del taller me dijo que si no la voy a coger en un par de meses (hasta que el médico me dé el alta) que al menos la arranque cada 3-4 días para que al menos la batería se vaya cargando. Y que cuando la coja vaya poco a poco, paseos cortos para ir haciéndome de nuevo a la moto y, si le noto algo raro, que la vuelva a llevar al taller para que la revisen. Y eso es lo que pensaba hacer. A lo mejor un día simplemente la arranco y la dejo unos minutos ronroneando pero seguro que otro día me doy un paseo cortito alrededor de casa para que la moto ande y para ir recordando cómo era eso de montar en moto. Y poco a poco la iré llevando un poco más lejos cada vez para ir recuperando confianza y seguridad.
 
¿Y hacer rutas? Seguro que algún día vuelvo a hacer alguna pero todavía no. Es pronto y debo sentirme seguro. Es curioso porque con el miedo que en principio me da ahora mismo salir de ruta, durante éstos meses de convalecencia me distraía a veces viendo vídeos en youtube de viajes en moto, de esa gente que recorre el mundo en moto. “Overlanders” les llaman. Y como que tengo la fantasía de hacerlo yo también. Pero eso sí que me acojona. ¿Cómo se las apañan para costear un viaje de varios años alrededor del mundo? ¿Y qué pasa si te quedas sin gasolina en mitad del desierto o te rompes una pierna en medio de la estepa de Mongolia y no hay un alma que te eche una mano? Yo no sé si serviría para hacer un viaje así pero sé que eso sí que es “salir de la zona de confort” y que tiene uno que regresar a casa después del viaje más sabio que nunca. Y eso, conocerme más y mejor a mí mismo y adquirir esa sabiduría que sólo se adquiere recorriendo el mundo, conociendo a otras gentes, otras culturas, otras gastronomías, otros climas, otras costumbres… eso sí me gustaría. Me gustaría mucho.
 
Bueno. Creo que ya he terminado. Os pido disculpas por el rollo. Iba escribiendo sin un guión, lo que me pasaba por la cabeza, sobre la marcha, y me he enrollado mucho con cosas que a lo mejor no eran necesarias en éste hilo o sobre el tema que planteaba el compañero. Pero con vuestro permiso, ya que llevo 7 horas escribiendo, lo voy a dejar todo tal como está. Eso sí, voy a poner al principio de mi texto una especie de “índice” por si alguien se quiere saltar rollos que pueda ir un poco más a la sección que más le interese.
 
Muchas gracias a todos y un saludo.
 
 
 
P.D.: podéis ver un hilo relacionado con fotos de mi accidente aquí:
 
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Que tal Darix! Creo que son preguntas que alguna vez se ha planteado todo el mundo - hasta donde merece la pena el riesgo para seguir con una actividad de riesgo. Y no solo con moto - escalada, parapente, espeleología, etc. Al final creo que lo único que se puede hacer ahi es eso - ver tranquilamente si el disfrute que aporta vale la pena. 

Ademas - incluso dentro de una misma actividad puedes asumir los riesgos que quieres - no es lo mismo ir a cuchillo que pasear viendo el paisaje. Siempre queda la parte de riesgo que no depende de ti - si un conductor drogado te arrolla (o que te embiste un subnormal tal y como te ha ocurrido por Majadahonda), que pises aceite en una glorieta, etc. - ahi poco se puede hacer. Pero para lo demás eres quien pone el limite donde el disfrute compensa el riesgo. 

Y yendo mas allá - tampoco pasa nada por dejar de hacer rutas en moto - hay millones de actividades tanto o mas gratificantes que hacer por ahi. Aunque después de leerte me da que te gusta rutear - si es así lo mejor (en mi opinión) es modular un poco mas el riesgo e intentar mejorar todo lo que puedas tu técnica de conducción, ademas de entender mejor a tu moto. Y hacer rutas - para coger experiencia porque andar por ciudad no es lo mismo que rutear. 

Vamos - que yo creo que el único problema es saber si te gusta la actividad. Si tienes claro que te gusta lo demás es cuestión de aprendizaje y experiencia. Lo mismo es un poco esotérico lo que voy a decir pero pienso que el único camino es no dejar de aprender nunca y ser consciente en todo momento de tus posibilidades y limitaciones - lo cual podría aplicarse a cualquier ámbito vital.  

Saludos!

Darix, cuando te recuperes, si quieres volver a salir de ruta anímate un día a hacerlo con la gente del club en alguna quedada por la zona. Hay muy buen ambiente, podrás compartir dudas o experiencias, hablar de tal o cual extra de la motillo, cero "piques"... aquí eso no tiene cabida, no hay nada que "demostrar", si alguien quiere tirar un poco más pues tira y el que no pues no, luego nos vemos todos en el siguiente cruce (aunque en verdad a nadie se le abandona a la zaga)... cero estrés, cada uno siempre a su ritmo, disfrutando de las curvas y del paisaje. Antes de pensar en Mongolia, no veas la de sitios chulos que tenemos por aquí cerca para explorar 

Si andas y te caes lo primero es levantarse y lo segundo aprender para mantener el equilibrio la proXima vez.
Asínn pasamos de monos desnudos a tíos subidos en moto, por ejemplo.

¡Que me llemen inútil, pero no cobarde!
Inútil con cabeza, claro. No olvides que la eXperiencia es la suma de lo aprendido en los errores a los que sobrevives. Por lo tanto lo deseable es tener muuuucha eXperiencia.