Una reflexión...

wozzeck escribió:Como os contaba en el post de antes, hoy dando una vuelta he estado siguiendo un rato a un grupo de tres moteros, hasta que he podido adelantarlos pues iban a menos ritmo que yo.

Un poco más adelante he parado en una cafetería a pie de carretera a tomarme un cortado y a los diez minutos han llegado. Se han quedado mirando mi moto y charlando entre ellos hasta que me han visto mirarles. “Ese es, ese, mirad cómo se descojona. Buena máquina chaval, así ya podías adelantarnos”. 

Se sientan en la mesa de al lado mío y hablan entre ellos mientras me preguntan si he pasado a una BMW roja y una Harley. No, yo he salido de un desvío y sólo les he pasado a ellos tres.

Por lo visto iban cinco, y dos de ellos se han quedado atrás. Al ver que tardaban, intentaban llamarlos pero no tenían cobertura. “Pues ya llegarán, si ha pasado algo van dos”. 

Ahí me he empezado a extrañar. Muy tranquilos parecían, mientras hablaban de que si uno se había caído, vendría el otro a buscar ayuda, o algo así. Se excusaba el que iba en cabeza en que como yo había ido siguiéndoles un rato, al ver cuatro luces, se pensaba que sólo faltaba uno del grupo (“¡pues peor me lo pones si dejas solo a uno!” pensaba yo).

Tras más de media hora han aparecido los dos que faltaban, cabreados como monas como es obvio. Que por qué no nos habéis esperado. “Hombre, que ibais dos, si hubiera pasado algo a uno, el otro hubiera venido a avisar”. Olé tu polla torera.

El problema era que al de la BMW le fallaba el termostato, o la bomba de agua, y le había dado un calentón. Han tenido que esperar a que se enfriase un poco la moto para poder seguir subiendo.

Me he terminado el café, “buen viaje caballeros” y ahí les he dejado discutiendo, medio en broma medio en serio.

Y aquí mi reflexión. Por lo poco que llevo en el mundo de las motos, parece que los que somos moteros tendemos a pensar que el resto de moteros son como nosotros, por el simple hecho de que cuando te cruzas con otro te saludas, y cuando coincides en una gasolinera te avisas de que “ojo que a 3 kilómetros está el camuflao”. Y hoy he visto que no, que lo único que identifica a un motero es que se ha gastado un dinero en una máquina y la saca a pasear. Punto.

Yo suelo salir mucho solo, a mi ritmo y sin tener que estar pendiente de esperar a nadie ni que nadie me tenga que esperar. Me expongo a que si algún día me pasa algo, pues ahí me quedaré hasta que alguien me vea y pare, pero no habrá nadie pendiente de mí que pueda dar la voz de alarma inmediatamente si termino entre los ejes de un camión o terraplén abajo. Pero esto es algo que todos, cuando salimos solos, asumimos. 

Sin embargo, cuando sales en grupo, das por sentado que vas a parar cuenta los unos de los otros. Siempre se va a ritmo del más lento, no se deja atrás a nadie, no se fuerza a nadie. Si alguien tiene que parar, se para todo el grupo. Y si falta alguien, se espera. Y no llega, se va a por él. No se pide cerveza y ya llegará.

Con toda la gente con la que he ido, asistentes a la Nacional de Arnedo incluidos, es el funcionamiento que siempre he visto. Somos un grupo y vamos en grupo. ¿Quieres ir más despacio? Afloja, el resto del grupo aflojará para ir a tu ritmo. ¿Quieres darle cera a la moto? Te jodes, vas en un grupo y hay que ir con todos. Haberte ido solo.

Bueno, todo este rollazo para llegar a una conclusión que seguramente para vosotros sea una obviedad. Que no todos los moteros saben ser moteros, hay mucho egoísta por ahí suelto. A mí, desde luego, no me gustaría ir con gente así.

Nada más que decir, ya perdonaréis el rollo pero es que he venido todo el camino rumiándolo y lo tenía que soltar.


Vs!

Fons escribió:En lo que pudiera equipararse, este tema me ha recordado un mensaje que colgué en otro foro en noviembre de 2012 y que acabo de recuperar:

"Hace un par de años, en una magnifica mañana de un domingo primaveral, pinché en Torrejón del Rey; para el que lo conozca, justo en la calle/carretera que atraviesa el pueblo, cuesta arriba, y justo en el tramo de estrechamiento en el que solo pasa un vehículo. Pues bien, ahí estuve más de una hora esperando la llegada del RACE con la llanta en el suelo. Solo se dignaron a interesarse por mi un ciclista que me ofreció su teléfono y un amable "enlatao" que me acercaba a donde le dijese. De la veintena de "motoristas" que pasaron a un metro mio ni uno solo siquiera saludó. Desde entonces, soy bastante escéptico respecto del "rollito-saludero" este".

Después de cinco años sigo pensando lo mismo. 

Saludos.
Fons